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martes, 27 de septiembre de 2016

5+1 Claves para abordar con éxito un proceso de Transformación Cultural

Vivimos tiempos de cambio. Las organizaciones se encuentran en una encrucijada repleta de riesgos, incógnitas y retos. Renovarse o morir. Esa es la clave. La necesidad de adecuar la organización a los nuevos escenarios se ha convertido en un axioma para las empresas. La Transformación o Cambio Cultural es un proceso de enorme complejidad donde las compañías de éxito logran posicionarse en un nuevo entorno cultural más acorde con las exigencias del cliente y  la subsistencia en mercados tan competitivos.

Os propongo 5 claves a tener en cuenta para abordar un proceso de transformación cultural. Adicionalmente a estas 5 claves, una más de cosecha (y experiencia!) propia.  Estas son las 5+1 "C´s" claves para abordar con éxito un proceso de Transformación Cultural.


    1. El conocimiento.

Dedica una parte importante del proceso de trasformación cultural a explorar en profundidad la organización. Qué la define. Qué elementos son clave en el negocio. Cómo es la intracultura. Cuántos tipos de cultura hay en la organización y qué rasgos tienen…Existe un sinfín de elementos que debemos valorar. Al igual que en el desarrollo de un proyecto de cualquier tipo la fase de planificación es clave (lo veremos más adelante), en la implantación de proyectos de cambio y transformación cultural el elemento Conocimiento es básico. No dudes en dedicar tiempo en esta fase. No escatimes esfuerzos en proveerte de toda la información que puedas conseguir.  Ten por seguro, que en el desarrollo del proyecto la vas a necesitar.


          2.   El camino. 
      Traza un plan. La planificación en un proyecto de Transformación Cultural es una fase compleja y crítica. Compleja porque el marco temporal es muy amplio y las incógnitas numerosas. Y crítica porque una mala planificación puede no admitir una segunda oportunidad cuando de cambio cultural hablamos. Pero, sin duda, hay dos elementos que suelen ser clave en esta fase: marco temporal y plan de contingencias. El primero,  es clave en el sentido de tomar conciencia de que una cambio cultural completo requiere un  periodo amplio (se habla de una media de 5-6 años, inclusive más si se trata de procesos muy complejos o en organización de gran tamaño). El segundo, está relacionado con la previsión clara y detallada de elementos que pueden tener poco encaje en el proceso de cambio. Debemos por tanto, ser capaces de identificar potenciales amenazas y desarrollar escenarios que muestren lo que podría suceder en el futuro. De la profundidad de este plan de contingencias, estará una de las palancas de éxito del proceso de trasformación.




         3.  La comunicación
Cualquier proyecto de trasformación cultural exige de ir acompañado de un completo plan de comunicación. Este plan se debe vertebrar en tres ejes: primero informar a  toda la organización del objetivo del proyecto, fases del proceso y detalle de principales hitos del mismo. En segundo lugar, debemos establecer una comunicación segmentada, es decir, un microplan de comunicación adhoc para cada colectivo, donde elaboramos los mensajes clave de impacto para cada subgrupo de profesionales (directivos, managers, técnicos, etc). Por último, en tercer lugar, hay que elaborar un eje de comunicación continuada, que sirva para sensibilizar a la organización durante todo el proceso y permita disponer de un status de la evolución del proceso y comunicar los resultados obtenidos.


    4.  La capacitación
Adicionalmente a la sensibilización y la información, se hace necesario la formación o capacitación.  Requeriremos de un plan de formación para toda la organización (igualmente segmentado) que permita “digerir”, asumir e implementar los comportamientos requeridos por el nuevo modelo cultural que se quiere implementar (liderazgo y estilos de dirección, comunicación, estilo relacional, etc). Por lo tanto, se hace  necesario imbricar en el plan de formación anual de la compañía, acciones formativas que permitan trasladar e interiorizar los valores y comportamientos del modelo cultural destino.


            5El compromiso
Kotter lo denomina crear una coalición poderosa*. Se trata de convencer a la organización de que este cambio es necesario y trasladar los beneficios del mismo. Para ello se hace necesario liderar el cambio de manera firme y constructiva. Por tanto, debemos rodearnos de profesionales “influyentes” que nos ayuden a gestionar dicho cambio. En un proyecto de trasformación cultural estas personas pueden estar diseminadas por la organización y su elección es casi tan crítica como el adecuado rol en el proceso que desempeñen. Puede ser la Dirección General, Directivos, profesionales de cualquier unidad, sindicatos, etc. La elección puede venir dada por diversos enfoques: status, experiencia, representatividad, influencia política, cargo, etc. Con esta “coalición” establecida, la misma debe trabajar en equipo y dotar al proyecto de transformación cultural del impulso y compromiso necesario para llevar el cambio a buen puerto.


     5+1 cruzar los dedos.
Una última clave a modo de consejo.  Ten en cuenta que todas las claves aquí  propuestas son necesarias pero la experiencia me dice que sin dosis adecuadas de suerte este tipo de proyectos pueden no llegar a buen  puerto incluso con la más brillante planificación. Y es que cuando se trabaja con personas el factor “impredecible” está a la orden del día. Así que, implementa bien la estrategia y no olvides cruzar los dedos. Puede hacerte falta un pequeño toque de suerte….

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*8-Step Change Model (1996)

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Presentismo: Nueva pandemia organizativa


 
El ejercicio de calentar la silla se ha convertido en una práctica habitual en nuestras organizaciones. Aunque la R.A.E. no reconoce el término presentismo, podríamos definir este concepto como "estar presente en el puesto de trabajo dedicando dicho tiempo a temas no relacionados con el trabajo concreto que se desempeña".

Son distintos los factores que llevan a los trabajadores a este tipo de actuación, pero principalmente podríamos condensarlos en 3:

1.- Desmotivación de los trabajadores.
2.- Miedo al despido, incrementado por la actual situación del mercado.
3.- Efecto contagio entre los propios trabajadores.


Estos factores están potenciados por nuestra cultura empresarial donde priman las horas en la oficina frente a los resultados obtenidos por los trabajadores. 
Otro factor cultural a tener en cuenta es el infradimensionamiento (FTE´s muy por debajo de las necesidades organizativas reales) de algunas áreas y de algunas compañías en general, derivado de la contenión del gasto producida por la situación económica, lo que provoca que los trabajaores tengan que redoblar esfuerzos para sacar el trabajo adelante.

Recientemente, la empresa de RR.HH Adecco, ha publicado el resultado de una encuesta realizada a más de 1.000 empresas donde el 46% de ellas detectaban en sus empleados alguna práctica de presentismo. Adicionalmente, el 28% de las mismas mostraban no disponer de medio de control alguno.

Por tanto la cuestión es, con estos datos de presentismo y una reducción del absentismo progresiva, ¿cómo se explica que nuestra productividad siga siendo de las más bajas de Europa? ¿cómo es posible que el el resultado de mulplicar las horas dedicadas siga dando menos productividad? Creo que la respuesta está clara: nuestro modelo cultural-laboral da como resultado unas marcadas dosis de ineficiencia que, de no ponerle coto, seguirán en aumento.

Las posibles soluciones que podemos plantear serían:

1.- Medir la eficiencia: conocer cómo obtener mejores resultados analizando qué aporta valor, qué elementos y herramientas necesitan los trabajadores para sacar más trabajo en el menor tiempo posible y fomentarlo.

2.- Apostar por el teletrabajo (actualmente menor al 5% en nuestro país) en aquellas unidades que sea posible (está demostrado que un uso adecuado de esta práctica laboral aumenta el rendimiento, en tanto en cuanto genera mayor motivación de los trabajadores). Siempre con las herramientas de control necesarias y de manera evolutiva para garantizar la eficiencia.

3.- Fomentar modelos culturales organizativos y estilos de liderazgo que premien la eficiencia, que regulen el presentismo y que favorezcan medidas que aumenten la motivación del empleado, piedra angular sobre la que se basa la potenciación de la productividad de los trabajadores (conciliación, desarrollo, información/comunicación, formación, clima laboral, etc).

Todas estas medidas, llevadas de manera progresiva y bien estructuradas conllevarán:
  • Aumento del compromiso (real)
  • Aumento de la motivación de los trabajadores
  • Disminución de las fugas de talento
  • Reducción del absentismo
  • Y, en definitiva, aumento de la productividad


mes de mayo de 2015, Adecco realizó una encuesta a más de 1.000 empresas y el 46% de ellas indicó que detectan en sus empleados alguna práctica de presentismo (frente al 50% en 2014), mientras que en el 26% de las empresas no se aprecian dichas prácticas de presentismo y en el 28% no se puede saber al no existir control alguno.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2490765/0/tasa-absentismo-laboral/aumenta-primera-vez/seis-anos/#xtor=AD-15&xts=467
El presentismo es un fenómeno entendido como estar presente en el puesto de trabajo dedicando ese tiempo a asuntos no relacionados con el objeto del trabajo.

Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/2490765/0/tasa-absentismo-laboral/aumenta-primera-vez/seis-anos/#

jueves, 30 de abril de 2015

El D.A.F.O.: Elemento clave en la búsqueda de empleo

Existen distintas estrategias que nos pueden llevar a alcanzar el éxito en la búsqueda de un nuevo proyecto profesional. Cuando contrasto con colegas de profesión, consultores y headhunters los pasos a seguir para encontrar un puesto en el duro y complejo mercado laboral actual, no existe un quórum general sobre el orden de estos pasos y ni siquiera sobre las estrategias más exitosas para conseguir el ansiado puesto de trabajo, ya sea para los profesionales que están en el desempelo o para aquellos que quieren salir de sus actuales empresas.

Considero que no hay una estrategia única para lograrlo. Es la combinación y el agregado de diversas acciones (bien planificadas y estructuradas) lo que mejora las tasas de éxito en la búqueda de empleo. Pero sí hay un paso, básico, a veces olvidado o no bien ejecutado, que nos debe servir como punto de partida y piedra angular sobre la que vertebrar nuestra estrategia: El DAFO personal. 


El DAFO (SWOT en inglés), es una técnica de evaluación que fue diseñada por Albert Humphrey (Stanford Reserach Institute) entre 1960 y 1970. Sus orígenes nacen de la necesidad de descubrir porqué falla la plantificación corporativa. La investigación que llevó a su creación fue financiada por las empresas de Fortune 500, para averiguar qué se podía hacer ante estos fracasos.

El DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) o SWOT (Strengths, Weaknesses, Opportunities y Threats) ha sido utilizado desde entonces para dar respuesta a múltiples situaciones (estrategia comercial, análisis de compañía, apertura de nuevo negocio, investigación de mercados, análisis de competencia,etc) sólo o acompañado de otras técnicas de análisis e investigación.

La propuesta que os traslado es hacer uso de esta potente herramienta con un enfoque de autodiagnóstico. La aplicación del DAFO a nuestro perfil, nos ayudará a conocernos mejor y definir de manera más objetiva la hoja de ruta a seguir en nuestra búsqueda de empleo.

El sistemática de uso de esta técnica es sencilla, se basa en estudiar los Factores Internos (Fortalezas y Debilidades) y las Factores Externos (Oportunidades y Amenazas). A continuación, muestro una tabla que explica, de manera sencilla, los elementos claves para realizar el autodiagnóstico:


 Los 4 pasos a seguir para la aplicación del DAFO a mi estrategia de búsqueda de empleo son:
  1. Revisa los factores internos. Analiza cómo es tu perfil. Valora la cantidad y calidad de recursos de los que dispongo. Como sucede en una empresa o con un producto, trata de identificar características que me permitan tener una ventaja competitiva sobre mi competencia y en cuáles tengo una clara desventaja. ¿Qué hago (y qué no) mejor que mis competidores? ¿Qué me falta para cumplir la mayoría o gran parte de los perfiles demandados? ¿Qué creen o qué me dicen los demás que hago bien y qué hago mal (o qué no hago)? 
  2. Revisa los factores internos. Analiza en profundidad el entorno. Valora qué tiene el entorno que puede dificultar el acceso a un puesto profesional y qué aspectos, por contra, pueden llegar a beneficiarte. ¿Qué hacen mis competidores? ¿Qué cambios en el mercado laboral se están produciendo y me pueden afectar positiva o negativamente? ¿Cómo favorece o afecta la actual situación económica? ¿Hay cambios tecnológicos, laborales, personales que puedan perjudicarme o beneficiarme?
  3. Completa la matriz. ¡No dejes de poner por escrito todas las reflexiones!. Es una manera útil de cerrar la información, hacer correcciones y visualizar la matriz de manera integral. Acabas de crear el DAFO de "Myself S.A."       
  4. Por último llega la estrategia. Con la matriz delante realiza un análisis de los datos obtenidos y configura la estrategia más adecuada para tu puesta de largo en el mercado. Céntrate en tus puntos fuertes y poténcialos y busca alternativas para suplir o minimizar las áreas de mejora.
 
Un último consejo: "buscar trabajo es un trabajo". Dedícale tiempo a la construcción del DAFO. Como te decía al inicio, es en mi experiencia una de las fases clave del proceso de búsqueda de empleo y a la que menos tiempo dedicamos. Con el DAFO bien configurado, podrás enfocar mejor tu cv, mejorar tu llegada a las diferentes fuentes de reclutamiento, trabajar de manera más adecuada tu "siembra" curricular, optimizar tu preparación y realización de entrevistas...en definitiva estar mejor preparado para afrontar la "batalla" en el mercado laboral. 


miércoles, 7 de enero de 2015

Salir del refugio. ¿Es 2015 un buen momento para dar un salto profesional?




Y llegó 2015. Y como cada inicio de año, los distintos profesionales hacen balance del año anterior y sus propósitos para el presente. Las cifras macroeconómicas muestran un futuro al menos un peldaño más esperanzador que en 2014. La brutal crisis que estamos sufriendo en nuestro país está llamada a ir remitiendo progresivamente en los próximos meses. 
Las cifras de creación de empleo, aún muy lejanas de lo que desearíamos, mejoran cada mes. La contratación alumbra un 2015 con estímulos favorables.Vuelven a asomar a la ventana de la información movimientos e incorporaciones de mandos intermedios y directivos en diferentes empresas. 

Ante la situación vivida, muchos de los afortunados que a pesar de las dificultades de mercado siguen trabajando ven en su actual puesto de trabajo un lugar en el que cobijarse del frío clima que genera la crisis y la sensación de incertidumbre provoca un vértigo que les hace ver a sus empresas como un refugio. No pocos de estos profesionales quedan atrapados por esta situación y frenan sus anhelos de cambio e incluso ralentizan y/o frenan su carrera profesional en pro de una vida laboral más cómoda o, al menos, con menor riesgo.

Y, ante este escenario, nos planteamos la siguiente pregunta: ¿Es 2015 el momento de salir del refugio? ¿Cómo preparar la salida del mismo y salir de nuestra zona de confort personal y laboral? ¿Qué pasos debemos dar para evitar dar un salto al vacío?                      
Aquí van unos consejos que espero sean de utilidad si tienes intención de cambiar profesionalmente de aires en 2015:

1.  Conoce el mercado. La actual situación de mercado ha generado profundos cambios en el tejido empresarial. Hay sectores más castigados que otros y empresas que pese a su nombre y su pasado pueden no ser recomendables en la situación actual. Por el contrario, otras organizaciones están emergiendo y creando posibilidades profesionales interesantes a pesar de la situación, ofreciendo proyectos innovadores y buenas posibilidades profesionales.


2. El trabajo de encontrar (o cambiar) de trabajo. La búsqueda de un nuevo empleo siempre requiere un esfuerzo. Más si cabe en estos momentos. Plantéate la búsqueda como un proyecto en sí mismo. Planifica los pasos a dar, dedícale tiempo suficiente para llevarlo a cabo y ejecuta cada paso de tu plan personal de manera minuciosa. Y siempre ten presente que buscar trabajo es un trabajo.


3.  El DAFO personal. Te recomiendo que inicies tu andadura construyéndote un DAFO personal. Haz un autoanálisis de tu perfil. Este simple ejercicio te dará muchas claves sobre tu búsqueda y te permitirá priorizar de una manera más ordenada en función de tu propio perfil personal. El DAFO te ayudará desde el inicio hasta la fase de entrevistas en las empresas.

4.  Fuentes de reclutamiento. He llegado a una conclusión respecto a las mejores vías para encontrar empleo. La conclusión es que la mejor fuente para buscar empleo es….TODAS. Parece una obviedad pero a veces dedicamos mucho esfuerzo en centrarnos sobre una única vía de buscar trabajo y estamos dejando de lado otras opciones interesantes. Contacta con consultoras y head-hunters, actualiza tu cv y busca en las diferentes webs de empleo, aumenta tu actividad profesional y tus contactos en las redes sociales (por ejemplo Linkedin o Twitter), reúnete con tu propia red de contactos y con profesionales que consideras que pueden orientarte (de otras empresas y otros sectores diferentes al tuyo, etc.), son pasos necesarios que deberás incorporar a tu plan de búsqueda personal.  


5.  No te fijes plazos agresivos o irreales. Es muy importante que no te fijes una fecha cerrada y si tu reto lo requiere, ten en cuenta que ésta sea lo suficientemente realista para evitar frustraciones. Es más importante trazar un buen plan y seguirlo de manera sistemática que “apretar” acciones en un corto espacio temporal y esperar a que surjan opciones. El mercado, en ocasiones, se mueve por impulsos, lleva su timing, es imprevisible...Siembra de manera constante y espera pacientemente, a sabiendas de que en este momento el tiempo de recolectar es impredecible.


6. Vigila los cantos de sirena. Cuando llegue el momento de decidir, es muy recomendable que cojas perspectiva. Siempre es difícil tomar una decisión de esta envergadura pero analiza minuciosamente la oferta. No hablamos únicamente de focalizarte en el salario, beneficios sociales, etc., sino de valorar el cambio en su globalidad. Considera pros y contras del cambio y decide con la mayor carga racional que te sea posible.Valora si "el proyecto" que te ofrecen es sustanciamente mejor que el que tienes en la actualidad. En ocasiones, la "necesidad" de salir de una compañía para formar parte de un nuevo proyecto difumina la realidad y podemos llegar a ver una oportunidad menor como "la gran oportunidad". Ten presente que "La aldea del arce no existe".

Por último, no olvides seguir en tu proceso de cambio y búsqueda de nuevas oportunidades profesionales las 4 C´s: Constancia, Coraje, Compromiso, y...Cruzar los dedos.
 
Mucha suerte y feliz 2015!

"Si crees haber tenido una idea realmente innovadora, pregunta antes a tus hijos. Por si acaso...". Jesús Golderos